A propósito de lo que dice el capítulo 4 del libro, miren lo que dice este artículo del National Geographic sobre lo que han dicho Bill Gates y Mustafá Suleiman (el CEO de Microsoft que acaba de escribir el libro "The Coming Wave" sobre Inteligencia Artificial " Bill Gates, cofundador de Microsoft: “En una década la inteligencia artificial hará innecesarios a los humanos para la mayoría de las cosas” (National Geographic, Marzo 2025)
El magnate y filántropo augura una era de “inteligencia gratuita” que podría redefinir el papel de los seres humanos en el mundo del trabajo, la educación y la medicina.
Durante su paso reciente por el programa de Jimmy Fallon y en una conversación posterior en Harvard con el profesor Arthur Brooks, Bill Gates lanzó una afirmación tajante: “Dentro de diez años, la mayoría de las tareas humanas podrán ser realizadas por inteligencia artificial”. Detrás de esa frase hay más que una provocación: hay una visión, inquietante y prometedora a partes iguales, de un mundo en transformación radical. Para Gates, la IA no es un simple avance tecnológico, sino el siguiente gran paso de la revolución digital que él mismo ayudó a iniciar. Si en los años 80 puso un ordenador en cada escritorio, hoy vaticina una inteligencia ubicua, invisible y gratuita, dispuesta a infiltrarse en todas las capas de la vida humana.
“La inteligencia será completamente libre”, afirmó, anticipando un horizonte donde la escasez de expertos —médicos brillantes, maestros extraordinarios— se verá sustituida por sistemas automatizados capaces de ofrecer diagnósticos y tutorías al alcance de todos.
UNA INTELIGENCIA GRATUITA
La idea de una “inteligencia gratuita” —entendida como el acceso universal a capacidades cognitivas antes reservadas a los más capacitados— suena seductora. Pero Gates no oculta su inquietud: “Es algo muy profundo e incluso un poco aterrador… porque está ocurriendo muy rápido, y no hay un límite superior”, confesó durante su charla en Harvard.
Esta velocidad, que no espera por nadie, plantea una pregunta que sigue sin respuesta: ¿qué lugar ocupará el ser humano en un mundo dominado por inteligencias artificiales?
EDUCACIÓN Y MEDICINA
En ese futuro inminente, Gates vislumbra una IA que transformará radicalmente dos pilares de la sociedad: la educación y la medicina. Imagina tutores digitales que no solo enseñan, sino que también motivan, detectan puntos débiles y personalizan el aprendizaje en tiempo real. Ya no hablamos de un aula del siglo XX con pizarras digitales, sino de una pedagogía algorítmica que podría hacer desaparecer la figura del maestro tal y como la conocemos.
Pero donde Gates ve un impacto más inmediato —y tal vez más revolucionario— es en la medicina. La IA, afirma, podrá superar a los médicos en diagnósticos complejos al integrar información genética, síntomas, bases de datos clínicas y publicaciones científicas a una velocidad sobrehumana.
En lugar de reemplazar al doctor, lo multiplicará, llevándolo a zonas remotas, hospitales colapsados o regiones en desarrollo donde la atención sanitaria aún es un privilegio. “La escasez de médicos podría convertirse en un problema del pasado”, sentenció.
¿PROMESA O AMENAZA?
Sin embargo, no todos comparten el optimismo mesurado de Gates. Mustafa Suleyman, CEO de IA en Microsoft y autor del libro The Coming Wave, advierte que estos desarrollos no serán simplemente herramientas para mejorar el trabajo humano, sino sustitutos directos. En su opinión, esta ola tecnológica tendrá un efecto “enormemente desestabilizador” en la fuerza laboral, rediseñando profesiones enteras y provocando una disrupción sin precedentes en casi todas las industrias.
Suleyman no niega el potencial económico de la IA: al contrario, la define como una fuerza que desbloqueará crecimiento y riqueza. Pero, al mismo tiempo, la describe como esencialmente “sustitutiva del trabajo”. En otras palabras, el auge de la inteligencia artificial no sería una evolución del trabajo humano, sino una transición hacia un nuevo modelo productivo donde muchas manos ya no serán necesarias.
Esta tensión entre promesa y amenaza no es nueva. Gates, que dedicó décadas a cerrar la brecha digital, hoy reconoce que el verdadero desafío no es el acceso a la tecnología, sino su uso ético. “A veces, cuando empoderas a los humanos, no siempre se dirige en la dirección correcta”, dijo, recordando cómo las redes sociales y las plataformas digitales han amplificado discursos falsos y polarizados. El problema ya no es tener tecnología, sino qué hacemos con ella.
En ese sentido, el propio Gates se mueve entre el entusiasmo y la cautela. Su visión no es distópica, pero sí muestra cierta alerta. La IA, en su mejor versión, podría democratizar la excelencia —en la educación, la medicina, la ciencia— y corregir desigualdades históricas. Pero, mal empleada, podría reforzar desigualdades, desplazar trabajadores y sembrar confusión en lugar de conocimiento. Como en toda gran revolución, el desenlace dependerá de quién tome el timón.
Over the last year, we've seen the first signs this wave of powerful, fast-proliferating new technologies is breaking. These tools will help address global challenges and create vast wealth—but also upheaval on a once unimaginable scale. Understand this wave, and you will begin to understand the future.
In his book The Coming Wave, Mustafa Suleyman shows how these forces threaten the nation state itself, and how we can successfully contain history's most powerful technologies to avoid catastrophic or dystopian outcomes. Amidst unprecedented peril and extraordinary promise, here is both a stark warning and a hopeful guide to where society goes next.
Hola todos y todas: Les reenvío este mensaje recibido de Carlos Vassaux porque (aunque lo hice llegar al chat también) reitero la petición de Carlos porque me parece que vale la pena escucharlos no solo porque los dos interlocutores son científicos de primera magnitud (uno médico y el otro físico y neurocientífico) y por el tema que se trata (las experiencias cercanas a la muerte además del tema de la consciencia y la física cuántica) sino porque viene como "anillo al dedo" para la discusión este sábado acerca del "cambio de paradigma" (que fue tema de mi último artículo) y cómo esto podría ayudar para comprender mejor el fenómeno de la consciencia, que se ha venido tratando desde la lectura del libro de Ervin Laszlo sobre el campo akásico.
Esto último me lleva a recordar que tanto en el libro de Laszlo como en el de Capra & Luisi el tema de la consciencia también está investigado y ampliamente discutido, además de las reflexiones sobre la espiritualidad y las diferencias de esta con las diversas creencias religiosas.
Aunque el doctor Segarra y el joven Alex Gómez Marin no mencionen a Laszlo ni a Capra, ni tampoco a los chilenos Maturana y a Varela si hacen referencia tanto Federico Faggin como a Juan Ignacio Latorre quien fue profesor de Gómez Marin en la Universidad de Barcelona (les he hecho llegar varias de sus conferencias con enlaces de YouTube) aunque igual, me atrevo a sostener que estas diferentes visiones (de Segarra y Gómez Marin) no son incompatibles.
Por ello, tanto las ideas de Varela y Maturana sobre los sistemas vivos como sistemas cognitivos, como con el campo de información de Laszlo (el campo akásico) como con las ideas de Faggin - inventor de los microprocesadores no hay que olvidarlo - de que la consciencia no depende del cerebro y que existe una "supraconsciencia" universal, o el pensamiento budista como tratado en el libro de Mathieu Ricard y de Trin Xuan Thuan "El Infinito en la palma de la mano" no son incompatibles.
Otra cosa sería hacer una teoría holística de todo ello porque parece tan complejo como hacer compatible la teoría de la relatividad de Einstein con los postulados de la física cuántica, algo que recuerda el joven Gómez Marín en el video (y vean que lugar extraordinario, debe ser la Biblioteca del doctor Segarra) . Llevará su tiempo pero solo los jóvenes del grupo, tal vez (si llegan a interesarse en estos temas y los estudian) lleguen a enterarse de los resultados en un futuro que a lo mejor no está tan lejano.
Saludos cordiales, LAP